El susurro de la brisa
en la arboleda perdida,
meciendo la luz dormida
en la soledad sumisa.
La tarde avanza, sin prisa,
hacía su encendido ocaso;
y el río, con dulce paso,
danza, sinuoso, entre altivos
juncos y sueños cautivos,
todo vestido de raso.
9 Me gusta
De la quietud inicial hasta el final iluminado por medio de una hermosa transición en esta arboleda perdida
1 me gusta
La lenta decadencia de una arboleda, el río… Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
1 me gusta
¡Me encantas las décimas!
¡Tienen una musicalidad única! ¡La tuya es bella, sutil, bien hilada! ¡Una belleza a los ojos y oídos!
¡Te abrazo y te aplaudo!
1 me gusta
Muchas gracias por ese comentario tan precioso; y perdón por la tardanza en responder. Un saludo.
1 me gusta