publicado: 06/12/2019 (Extraído de Poémame viejo)
—Soy feliz así. Contenta de ser fiel a tu infidelidad… —Dijo achicando sus ojos, mirando fijo y sin pestañar, como para enfatizar la desnudez de sus palabras.
—Lo sé. Me lo has demostrado siempre… ¿No…?
— ¡Pero, cuidado…!
—Cuidado… ¿De qué…?
—El día que dejes de ser “infiel” solo conmigo… —Hizo una larga pausa estudiando las más mínimas alteraciones de su interlocutor y continuó —Me convertiré en la peor de tus pesadillas…
Por respuesta solo vio la imagen de un rostro mirando al techo y el movimiento de la nuez de su pescuezo al tragar en seco…
—Jajajajaja —Concluyó ella dándole un espaldarazo
Él carraspeó tosiendo…. Abrió la puerta y salieron…, cada uno por su lado.
Esa noche no durmió.
@Saltamontes 06/12/2019