La cara de un niño al abrir un regalo,
la luna de agosto brillando en el agua,
buscar un abrazo y hallar tres mil besos,
partir sin temor a la herida que acecha,
oír las palabras que dice el silencio,
soñar rodeado de gente sin sueños,
andar por la casa descalzo en la noche,
comprar una pluma que escriba poemas…
Antes de hacer las maletas
y darle al destino un mal tiro,
antes de darte la vuelta
cayendo en mitad del camino,
mira las cosas que dejas
y dime si salen las cuentas.
Un dedo surcando paciente la espalda,
doscientos intentos y al fin conseguirlo,
el tacto sedoso de un rizo en los labios,
la risa exultante que tienen tus ojos,
dos marcas de amor en el banco del parque,
la vida secreta del jazz y el flamenco,
dorarse en las luces que dejan las sombras,
librar en la cama las únicas guerras…
Antes de hacer las maletas
y darle al destino un mal tiro,
antes de darte la vuelta
cayendo en mitad del camino,
mira las cosas que dejas
y dime si salen las cuentas.
Un trozo de pan recién hecho a la leña,
creer que llorar es reír en futuro,
cantar un golazo de Messi o Cristiano,
saber al aliento del beso querido,
hundir en la arena las manos despacio,
saltar en los charcos que enero nos deja,
los ojos lejanos que tiene el recuerdo,
un libro olvidado de Kafka o de Borges…
Antes de hacer las maletas
y darle al destino un mal tiro,
antes de darte la vuelta
cayendo en mitad del camino,
mira las cosas que dejas
y dime si salen las cuentas.