Mientras mira a lo lejos,
en el hogar impuesto,
ahora, que los hijos se han ido,
la anciana balbucea:
“Ya no se escriben cartas
como antes y la distancia
se hace más grande
en los viejos nocheros.
Estar ausente, es otra forma
de parir los hijos”.
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Es muy bonito leerte compañera.
Un abrazo
Para no perderlo
Un cálido saludo
Muy profundo y hermoso poema. Saludos poéticos.
Muy bueno, Lucía. Toca muy adentro. Un abrazo.