La noche va cayendo, como un párpado,
cuando tú desconvocas las pupilas
y te vas a la tierra y a la fruta…
Y la puerta se cierra, y un silencio
se ciñe atemporal a mi cintura,
extraño poblador desasistido.
Queda un hilo de larva o mariposa
que elabora su ya metamorfosis
diligente, aprendida de la nada.
Te pienso cuerpo a cuerpo con la tierra,
moreno como el pan en los manteles,
recién hecho a mis brazos y a mi escarcha.
Te pienso con las manos en la fruta
fría de la mañana que golpea
abriéndose a tu paso, como un párpado.
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Lindos versos.
Saludos cordiales.
Gracias por leerme y opinar.
Un saludo.
bellos versos en tu Interlunio
"
Te pienso cuerpo a cuerpo con la tierra,
moreno como el pan en los manteles,
recién hecho a mis brazos y a mi escarcha.
Te pienso con las manos en la fruta
fría de la mañana que golpea
abriéndose a tu paso, como un párpado.
"
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Gracias. Agradecida por tu comentario.
Saludos.
Muy originales las imágenes de tus versos!
Un gusto leerte,@isabelbermejo!
Saludos poéticos!!
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Mi agradecimiento, Silvia, por tus palabras. Nos leemos.
Un saludo.
Unas imágenes poéticas preciosas!
“Y la puerta se cierra, y un silencio
se ciñe atemporal a mi cintura,
extraño poblador desasistido.”
Esta, en concreto, me encantó.
Un abrazo, Isabel!
Me alegra mucho, María. Gracias por tus palabras. Nos leemos.
Un abrazo.
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