Durante algunos siglos,
leves instantes,
rozo la flor eterna de su sonrisa…
no pido más.
Ese aleteo basta
para cuajar mi alma.
Durante algunos siglos,
leves instantes,
rozo la flor eterna de su sonrisa…
no pido más.
Ese aleteo basta
para cuajar mi alma.
Precioso, Pedro!! Muy bueno, amigo… Dices mucho con poco…
Bonitos versos!!
Un saludo
Buenos días…
Gracias .Saludos
Gracias a ti, amigo.
Un saludo
Ahh que bello y lírico instante acaparando una eternidad, poeta!!!