Sin ojos nació la mañana,
casi sin oídos.
Descienden tiempos de nada
por la espalda gris del cielo
y el paisaje se pinta de los colores
oscuros de un cuadro de Mark Rothko.
Te escondes en el hondo verde negro
(¿borrar los límites?, ¿buscar?)
pensando que el silencio guarda
un trozo de esperanza.
….
Detrás hay luz, crees,
pero cuesta atreverse a buscarla.
Claro que creo que en el inframundo hay mucha luz, en seres que brillan con luz propia, pero la indecencia en esta sociedad también brilla con luz propia.
Y sí, hay que tener valor para descender por la puerta trasera y abrazarse a esa luz.
Me encantó tu poema Rafael.
Un saludo cordial.
Muchas gracias por tu lectura, José Antonio. Saludos.
El el silencio viven toneladas de esperanza, la palabra que sigue al silencio tiene dos propiedades, o te unde en el inframundo o te saca de él. Aplausos.
Me dió qué pensar tu poema…y sí, algunas veces, la esperanza se refugia en el silencio, buscando un rayo de luz que te ilumine.
Me pareció precioso. 
🩵
Saludos, amigo!
El poder del silencio y el poder de la palabra. Muchas gracias por tu lectura.
Hay luz en el silencio. Muchas gracias, amiga.