Nadie acaba donde yo empiezo,
la libertad no es eso;
el miedo, la culpa y el daño
no son míos;
la risa no me pertenece,
tampoco el dolor;
el sentir es tan libre
como la palabra y el silencio;
y si duele, dejo que duela.
Nadie acaba donde yo empiezo,
la libertad no es eso;
el miedo, la culpa y el daño
no son míos;
la risa no me pertenece,
tampoco el dolor;
el sentir es tan libre
como la palabra y el silencio;
y si duele, dejo que duela.
Uff entregándote a la inmensidad de la vida en versos y en imagen, libertad plena, duela o ame, amiga!!!
Esos pareados son como pequeños apuntes de tu pensamiento, se pueden leer juntos y por separado, forman partes de un todo…
Un hermoso infinito.
Besitos, ten una buena semana, mi Tali!
No es fácil entregarse a una libertad plena, pero en ello estamos… dejando que el sentir fluya libre en todo momento. Gracias, Minada bonita, tú sí que sabes!
Gracias, mi Walla Llevo unos días de mucha reflexión…
Y pequeños momentos míos cargados de dudas que sólo se resuelven recuperando la libertad que a veces olvido… poco a poco, pero firme. No es fácil, pero ahí estamos estos días. Besitos, María mía, siempre!
Son unos infinitos muy lindos e inspiradores. Abrazo grande.
Muy bien
Excelente reflexión
A veces olvido esa frase de Bakunin “La libertad ajena amplía mi libertad al infinito” y la recuerdo cada vez que no permito la libertad ajena… ahí me detengo y entiendo que sólo puedo ser libre si dejo que la libertad del otro se extienda con la mía, y al revés. Ahí vuelvo a estar bien. Gracias, Sinmi
Gracias, Miguel, muchas!
Déjalo que duela
Al fin al cabo los dolores del alma
Son infinitos y nos curan fácil
Como un dolor de muelas.
¿Cómo te arrancas el alma?
—Aplausos.
Madre mía! Gracias, Domingo…
Hay que dejar sangrar la vida, sin miedo, para completarse. Sobrecogedores versos. Una maravilla.
Gracias, Paco!!!
Para completarse, así es… Gracias!