Infinitivos ciegos

A veces me hago preguntas,
casi suicidas.
No se si por el vicio
de tener, o no tener,
respuestas iracundas.

Dicen que el amor no ve.
Entonces, amar,
¿no es el impulso ciego
de un infinitivo,
en un mundo de ceguez?

¿Y odiar?
¿No está también
en ese mundo sin luz
y que viene a ser
otra vez lo mismo?

Pero es que matar,
si lo piensas bien,
es un impulso obcecado
con el mismo signo,
caminando hasta su final.

Es lo malo de no dormir…
terminas, como poco, alucinado.


Pixabay/FreeImages

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