En mi mente hay un abismo
de atmósfera gris y densa,
impregnada de incoherencias
e intrincados mecanismos de defensa.
Ráfagas de antigua data
levantan polvo en mis sueños.
Mi inconsciente se hace dueño
de todo lo que me pasa
y no logro detenerlo.
Es un tirano enquistado
en mi interior vulnerable.
Si se antoja es implacable
pues avanza agazapado
y cuando ataca ya es tarde.
Su brutal naturaleza
irradia impulsos ardientes
que lanza súbitamente
con precisión de saetas
decididas e imprudentes.
Como un ladrón escondido
en un matorral de neuronas,
sigiloso se acomoda
armado de actos fallidos
a esperar entre las sombras.
Amenaza prepotente
con robarse mis recuerdos
y en la Isla del Misterio
condenarlos para siempre
a la pena del silencio….
Ilusionista avezado,
manipula con maestría
mi percepción y retinas
hasta dar por bien logrado
su truco maniático del día.
En mi mente hay un abismo,
de atmósfera gris… y acaso,
a su modo le haya dado
a esta poesía un sentido.