Inconsciencia programada para errar

Donde nadie condenadme ya que estáis
esperando a que me caiga fatalmente sobre el charco
de esta inmensa soledad.
Que se abran los espacios en una mueca corroída
mientras tanto no se olvida
el vacío de aquellos días sin final
porque ahora siguen inspirando mis poesías.
Yo querría pero nunca he de llegar
a ver la esencia contenida en sólo un frasco
y eso me perturba en búsqueda deseándolo.
Es la falsa realidad aquí debajo
del peso que me cargo a las espaldas yo además
de no ser apto para encargo como el tal.
No hay fronteras elevadas suficientemente alto
que me impidan dar el salto y comenzar
de nuevo en otra página
lo que viene a ser legado de un sector irracional
entre cortes ya sangrando.
Con un trago de lo agrio
no soy yo quien va a llorar
ni tampoco lo contrario.
Todo el rato se me escapa empantanándome esta paz
que no pido pero aclaro que podría yo quedarme
a su amparo si hay quien da.

4 Me gusta