El tendón del alma se tensa
y los crisantemos de las horas se deshojan.
Las ausencias ya no llenan nada de los días,
se esfuman con los primeros fuegos de la mañana,
ningún mar se acerca a esta envejecida playa
herida por las olas de la vida,
una mujer de arena que se desgrana.
Se adentra al mar contra las tempestades.
Sus manos forjan caminos y libertades
su cuerpo de volcán amanecido
siembra un destino para la soledad.
Las mujeres cosechan soles en sus pechos
en su territorio inconquistable
de madres, compañeras, luchadoras
salvajes, independientes o de amantes.
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Con fuerza e intensidad desembarcan tus versos, muy alentadores, poeta!!!?
Gracias compañera, quise aportar algo humildemente.
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Gracias compañera por la corrección. Un abrazo.
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Intenso y bello poema! Me gustó la imagen de esa mujer de arena entre las olas parando la tempestad…
Abrazo fuerte, querido amigo!
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En tu hermoso poema, encuentro un magnífico tributo a la fuerza femenina.