Cuando el hogar se convierte en prisión
y el cuerpo no puede escapar,
el alma vuela libre por entre los cielos de la mente.
Viaja a los confines de la imaginación
donde todo puede ocurrir:
atardeceres al alba,
puestas de sol infinitas
y un inmenso mar azul en Madrid.
Cuando todo nos sobrepase
y el tiempo sea el único que de verdad importe,
cierra los ojos y recuerda que viste una
playa eterna desde tu ventana.
Deja que el mecer de las olas te acune
y el olor de la sal embriague de nuevo ese alma.
Cuando la muerte se acerque a tu familia
y te robe sus ojos, su risa, su llanto.
Su alma.
Piensa en todo lo que viviste a su lado
porque, fruto de todo eso, eres lo que eres
ahora.
Porque, pase lo que pase, seguirás siendo
irremediable y frágilmente humano.
Poema publicado en la revista digital mexicana “Purgante”, en junio de 2020.
A veces se olvida lo que somos. Para lo bueno y también para lo malo. Con tanto que ahora nos pasa, algunos rezagados, otros cansados, otros combaten… pero todos frágiles y volátiles. Me ha gustado la manera de expresarte, con crudeza pero con esperanza. Saludos🍃
Muchas gracias, @wallacegere
Lo escribí en pleno confinamiento del duro. Espero con ansias tu poema. Prometo no enfadarme jajaja
Un abrazo fuerte, compi
Me alegra que te haya gustado, @silvelart3000 . Un millón de gracias por tu visita y comentario
¿Qué seríamos de nosotros sin imaginación? Un saludo poético.