Mirando una estrella, la más brillante,
tal vez la que guió a los “magos”,
va por las calles uno de los “vagos”
buscando escapar del frío abrasante.
Es navidad y para él no es relevante,
este año tampoco habrá regalos o halagos,
solo más indiferencia, abusos, estragos,
insultos, burlas y hambre constante.
No anhela dinero, un juguete nuevo
o lo que pediría cualquier otro niño,
el único deseo de su corazón mancebo
es poder sentir algún día
los abrazos, la ternura y el cariño
de una madre que con amor sea su guía.
ay, que conmovedoras letras, que
nos deja una estela de tristeza,
al saber que es una realidad lo que
escribes en ese espectacular soneto.
Un saludo Gabriel