Al fin recuerdas
todo significa todo,
de lo posible el amanecer
las siluetas silvestres
el oír lejos un recorrido
Los tanteos y a veces las palabras
como chasquidos rotos en las paredes,
todo un sistema frágil de pedazos
Líneas que complementan cada volumen
una masa de ladridos
de acaso animales en las casas.
Perros domésticos en los jardines
y las huellas de lana
del apego que fue tu figura y el espejo.
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Todo es un eco, los recuerdos y el amanecer.
Somos un collage de instantes, ladridos y sombras, huellas del amor que fuimos.
Excelente poema.
Alejandro, muchas gracias por tus palabras.
Un gran saludo.
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Hermoso recuerdo enredado en la nebulosa del pasado.
Abrazos, Héctor!
Muchas gracias, María, por tu lectura y comentario.
Un gran saludo.
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Los recuedos siempre emergen del alma. Un gusto pasar. Saludos cordiales. 
Hola, muchas gracias por tu lectura y palabras del comentario.
Un gran saludo.
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