Recuerdo al río que me vio nacer
su canto de agua a las cuatro trayendo
color y voz de qué criaturas riendo
a mi llanto el cielo dando placer
Cuando al sol le permiten renacer
en rojo grito nací con luz viendo
la selva hablando a su verde leyendo
Al río vine para complacer
Huallaga, mi tierno arroyo, te llamas
doy saltos protegido en tu corriente
con gozo voy y vengo por tus ramas
Allá en tus luces, feliz en tu fuente
tu bosque cubriendo, tú me declamas
querido río, estás en mi presente

Muy cerca de aquella frondosidad del río, dos amigos @ludico1964 y @carlogaru20 comparten minutos vividos
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Su torrente fue espejo de plata
Donde gozó el amigo navegando
En la distancia despertó soñando
En su rivera verde y escarlata
Carlomagno habla de un épico río
Que su memoria de niño idolatra
Sus caudales van en libre albedrío
A tazas de café con el pediatra
Huallaga no es un nombre imaginario
Es la cuna del amigo y poeta
Que lleva encima el recuerdo latente
De su niñez en un río legendario
Volando alegremente su cometa
Se ve @carlogaru20 .
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He dicho, en ocasiones, que los ríos son arterias de vida que circulan por la Madre Tierra.
Me encantó este relato del Río Huallaga, del que fue testigo de tu nacimiento.
Cuando la poesía se mezcla con la naturaleza, se torna más hermosa.
¡Saludos cordiales, estimado Carlomagno!
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¡Muchísimas gracias Profesor Mucio! Muy grato saber que le gustó. Un gran saludo desde el Perú
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