Hoy quienes sus miserias disimulan
a su maltrecho bienestar engañan,
porque como libélulas pululan
y sin más ilusión se las apañan.
Pues la razón esconde mezquindades
y acumula diabólicos prejuicios,
siempre que al cosechar enemistades
fácil se agarra a sus frecuentes vicios.
Y es que hoy día resulta peligroso
presumir por el mundo de sincero,
ya que muy vigilado está el tramposo
que exhibe sus virtudes sin esmero.
O será que de rosca yo me paso
que a veces ni a las nubes hago caso.