Creo que cada cual tenemos nuestra propia fuente de inspiración. Yo me inspiro casi siempre en alguna música para escribir un poema. Este poema nació al ritmo tortuoso de este magnífico tema. Esta música consigue más que cerrar, abrir heridas. Y para mí es bueno, aunque un poco masoquista, abrir esas heridas. Es cuando el cerebro es capaz de interpretar y plasmar lo que el alma siente.
“Hay otros mundos pero están en este”
Paul Éluard
Dentro de cada uno de nosotros. O dentro de una canción.
Baguala de los Hueseros. Lito Vitale.
Hoy no quiero escribir un poema
que tenga o deje de tener sentido alguno.
No quiero escribir un poema
que aporte algo sobre nada.
Ni sobre lo viejo ni sobre lo nuevo.
Ni sobre el dolor secreto, ni sobre un diente de ajo.
No quiero escribir algo
que pueda entenderse.
Ni nada interesante.
Hoy no quiero escribir sobre el amor,
ni el desamor.
Ni sobre el principio
o el fin.
Ni a los gatopardos insulsos.
Ni a las aristocráticas telarañas.
No quiero escribir un poema
a la vida o a la muerte.
No quiero escribir algo que pueda parecer agradable
a tus ojos.
O a los ojos de cualquiera.
No quiero escribir nada sobre mi
ni sobre ti.
Nada sobre nadie.
Nada sobre nada.
Ni quiero escribir para ti, ni para mi.
No quiero.
Hoy no quiero escribir palabras rancias
a un castillo encantado cualquiera.
Ni deshacerme en adulaciones a las feísimas princesitas
que esperan aburridas e inquietas en ruinosos balcones de piedra.
No quiero escribir unos versos negros a los negros cuervos sacrílegos
que se me comen las entrañas.
Ni a los contagiosos gusanales que viven en mi.
Ni a los vulgares maleficios que me dedica
alguna mierda de bruja con cabeza de rata.
Hoy no quiero escribir a la oscura sonrisa de un niño sin nada que comer.
Ni quiero gastar bolígrafo en el rabo raído del diablo.
No quiero escribir un poema al maldito croar de las ovejas ciegas,
ni al puñetero balido de un sapo rosa.
No quiero escribir a la absurdez de los cuadros negros y blancos,
ni a los indefinidos inframundos que esconden.
Ni a cuando ni como, tendremos una bonita y agradable guerra mundial.
Ni a porqué hay que morir,
ni a como se vive sintiéndose muerto.
No quiero escribir un poema que se llame “felicidad” de las narices!
ni quiero escribir algo a las amapolas asesinadas.
No quiero escribir unos repulsivos renglones a la niebla jactanciosa.
Ni tampoco quiero poner letras malinventadas
a los tiesos y repizpiricuetos arco iris pasados de moda.
No quiero escribir a las morbosas tetas de Venus, ni a la cabrona mandrágora.
Hoy no quiero escribir al tiempo manso
ni a la mirada perdedora y resignada de aquella pobre vaca moribunda.
No quiero escribir a los pájaros azul cobalto
muertos, que brotan de los charcos púrpura.
Tampoco quiero dedicarle unas letras a las putas sombras carnavalescas
que me persiguen ya sin disimulo, de noche y de día.
Ni tengo maldita gana de escribir a las dulces melodías
convertidas en dagas doradas,
traidoras,
que atraviesan sin compasión el espíritu.
No quiero escribir un poema
a las neuronas que taladra el abominable paso del tiempo.
No quiero estampar fieros versos al afilado filo de la guadaña.
Ni llenar un papel de paupérrimos e insondables sinsentidos
a la inapelable cercanía de un ocaso certero.
Hoy no quiero dedicarle letras al azul, divino e incomprendido,
ni al sinfónico Hallelujah que me cantan desnudos y borrachos, los dragones negros.
No quiero escribir nada al vaso medio lleno
o medio vacío de tiempo,
que quedo varado encima de una mesa.
Ni quiero verter una sola gota de tinta sobre el baúl
desbordante de miseria y miedo, que arrastro.
Hoy no quiero escribir nada
sobre los demonios que me recomen por dentro.
Ni quiero componer un triste y esperpéntico poema sobre mi rabia escondida.
¡No quiero!
No quiero…
Hoy solo quiero dejar la mano libre,
que escriba lo que le plazca.
Y dejar al cerebro
que recuerde y sueñe.
Y a los ojos
que lloren.
Y a la lluvia
que me moje.
Y al azul
que me invada.
Y al Tiempo
que me saque la lengua.
Hoy
solo quiero abrir de par en par la ventana.
Hoy solo quiero
dejar al alma
que vuele.
Y que sangre.