“CONFESIÓN…”
Hoy es un día especial,…
Quizás es una de esas fechas
mágicas por su tristeza,
ya que en este día se juntan
muchas cosas en el alma
y quieren romper los bloques
de silencio y soledad
en que están envueltos y encerrados.
Yo siento ese silencio que me abruma,
que se acerca y que me abraza,
cuando quisiera poder cerrar los ojos
y dar descanso a mi cabeza
de las tormentas que la acechan.
Luego está el alma y su soledad
con esa carga de interrogantes
que no tienen respuesta
y que tantas veces me hago.:
"…¿por qué tengo que ser así?,
¿por qué no puedo ser como todo el mundo?,
¿por qué me tengo que preocupar
por lo que les pasa a los demás?,
¿por qué tengo que sufrir
si veo que alguien sufre?,
¿por qué tengo que buscar el amor
si esa palabra y ese sentimiento
ya nadie lo usa
y todo el mundo se ríe de él?,
¿por qué tengo que envejecer?,
¿por qué ya no puedo caminar
como caminaba?,
¿por qué pienso que mi escritura está vacía
y que ya no dice nada a nadie,
ni siquiera a mi mismo?,
¿por qué, por qué…?.."
Sí, ya sé que es “un día especial”, perdona…
No se debe de romper la magia de este día
y lo mejor será enjugar las lágrimas
y dejar de ser el hombre y el anciano que ya soy
para volar a la infancia pasada,
con mis sueños y utopías.
He releido lo que acabo de escribir
y siento rabia.
Tengo miedo,
mucho miedo a la vida y a lo que me espera
y reserva en el destino.
Sonrío al leer lo anterior.
¡Miedo!..
¡Quién me lo iba a decir hace unos años!
Yo que iba vendiendo salud
y juventud con mis paseos,
en mi camino,
en mi poesía.
El que sonreía y daba ánimos
a todo el mundo,
el que se enamoraba de cada segundo del día,
porque en esa pizca de tiempo
veía y encontraba mil motivos
para estar alegre,
contento y enamorado.
Lo siento y perdona…, hoy es un día especial
y no se debe romper su “magia”
con mis letras.
Un abrazo
Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/25
(En realidad está escrito hace varios meses…)