No quiero dormir sobre las letras,
ni ser lastre, ni musgo envejecido.
Quiero ser buena estrella
y que los mirlos, no huyan de mi sombra.
Que mi hija alimente las alondras
y juntas, abramos las corolas
y admiremos los almendros en la tarde.
Ser golondrina, o tal vez, ser gaviota;
posarme en el filo de la rosa
con mis frágiles alas y ese dulce…silencio.
Que los altos abedules abriguen mi figura
y en la hora milagrosa,
un ángel me cubra con sus alas
y suenen las campanas
mientras azota el viento.
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Qué hermosas metáforas en este bello poema…
Es precioso, Lucía! Me encanta cómo escribes, aunque ya te lo había dicho…
Abrazos, poeta!
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Bello, Lucia
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Bellísimo!!!
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Bello poema, Lucía. Aplausos. Buen día
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Que armonía más lírica y sosegada en esa hora milagrosa de tus versos, poeta!!!
Agradecida con tus bellas palabras para mi sencillo poema. Inmenso abrazo, poeta.
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Es un honor siempre, tenerte en mis sencillos escritos. Gracias por apreciar mi inspiración. Inmenso abrazo, poeta!
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Gracias por pasar, poeta. Afectuoso saludo.
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Gracias poeta. Abrazos.
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Gracias por pasar, poeta.