Inexorablemente -
una sopa de jazz,
los párpados de cámara,
devastando el exterior,
el francamente odioso apego
cómo parte del programa
y sus veces fuera del histrión
Solo una purga
o la alarma de un día venidero,
culpas y dados
tras el ilógico rastro
de una guerra de azar,
una calle sin heridas,
un estuche cambiante
de fondos menos dañinos,
vasos reguladores
acariciando óleos desnudos
de lunas de sal.
Y se elevan hilos de dos cabellos
dónde el polen y el jinete del aire,
bailando suavemente en la cortina de baño,
remotamente de la hoja
transformando su caída,
decepcionadamente traicionado
por volvernos mientras
imparable locura de atar.
Invadir es futil,
resbalarse…diluirse,
entregarse al ahora,
aferrarse a la confianza letal,
al acopio de migajas dejadas
en el granero de otro ser,
porque sin duda pertenezco,
a un ángel y a un mounstro por igual
Y resoplo la violencia
de un cuerpo sin memoria,
al intruso que estaciona
junto al polvo en la cornisa,
porque duerme y desfibrila
difundiendo vocablos desahuciados,
la ensoñación de su última palabra,
y las tantas marcas de las rejas,
de su cauteloso corazón