Ahí estás otra vez,
pasar por tus armas
garantiza una nueva cicatriz…
[Y no sé si quiero].
La última ocasión,
la punta de tu flecha
quebró dentro…
[Y está encarnada]
Y cada que nace un latido
viene con él, un pinchazo.
Sí…
Sé quién eres,
hijo de Venus y Marte,
nunca has necesitado presentación.
Volverás a practicar tu tiro aquí?
No tengo objeción
a no ser por el efecto narcótico
de lo que tu arco alcanza.
Transformas todo
lo que el ojo mira,
viertes sensores en la piel,
agitas las vidas
y haces caer en locura.
Quien viera tu rostro inocente
no daría crédito
del poder de tu mano.
Esa euforia terrible
y ese toque de ángel,
con el que elevas las almas.
Tu puntería implacable.
Vivo con estos huecos en el pecho
y sangran puntual
en el segundo mes de cada año
[pero respiro y aún sonrío],
sin dejar esta maldita costumbre
de andar descalzo
en medio de los recuerdos más empedrados.
La próxima vez que tires
asegúrate de que tenga los ojos cerrados,
así solo sentiré el golpe
y quizá esta vez elija
nunca más remendar el alma
y dejarla abierta de par en par…
Poémame agradece mucho de tu participación en #SanValentínPoémame, tus letras capturan la esencia del amor y la belleza poética, por eso te entregamos este diploma reconociendo tu talento y creatividad ¡Feliz San Valentín! Recuerda que estaremos recitando algunos aportes el 15 de febrero a las 21hrs (hora España) puedes acompañarnos y leer tu poema en un Twitter Space, para usar esa herramienta tienes que tener una cuenta de Twitter y usar tu celular para entrar a una sala de voz (no pueden usarse portátiles ni tabletas)