Tus palabras fueron dardos
con los que me hice una verja.
Tus desprecios fueron piedras
que alzaron mi fortaleza.
Y ya nunca quedó mi alma
sin guardia ni centinela,
ni tuvo mi corazón
su segunda primavera.
Tus palabras fueron dardos
con los que me hice una verja.
Tus desprecios fueron piedras
que alzaron mi fortaleza.
Y ya nunca quedó mi alma
sin guardia ni centinela,
ni tuvo mi corazón
su segunda primavera.
Dolor en los versos.
Bello!
Muchas gracias por pasar por mi mesita de versos, como dices tú…
Muy hermoso. Es una oda a la fortaleza. A levantarse y hacerse fuerte después del dolor.
Un abrazo.
Muchas gracias, Aurora, por tu lectura y generoso comentario.
Woooo, amiga el otoño también es hermoso.
Disfruta esa etapa del corazón.
Magníficos versos que curan todo desapego ARTEMISA. Buenos días y un fuerte abrazo
Hermosos octosílabos llenos de musicalidad.
Las cicatrices de esa herida resisten…pero duelen.
Un abrazo, Artemisa. Buen domingo!
Sí, así es.
Muchas gracias por pasar, Jorge.
Feliz Domingo.
Muchas gracias por pasar y comentar.
Nos vemos entre letras.
Muchas gracias, Luis, por pasar y comentar.
Pasa feliz Domingo.
.
Uff, el dolor aflora en tus versos. Muy hermoso. Saludos cariñosos.
Sí, hay heridas mortales que duelen hasta escribirlas, dolorosos versos, poeta!!?
Muchas gracias por pasar, Félix.
Buena semana.
Beso.
Muchas gracias, María, por comentar.
Eres un solete.
Pasa buena semana.
Gracias, querida Sinmi.
Un placer que pases por aquí.
Que tengas buena semana.