Hay que doblegarse

«Velad y orad, para que no entréis en tentación, el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil». Mateo 26:41.

Sí, lo sé…
la carne nunca quiere orar
las rodillas no quieren doblegarse; pero…
me reprendo y oro
con disciplina
hago que la carne obedezca.

Sí, lo sé…
al principio
va a sentir que la carga más fuerte es la del deber
—debo hacer esto; debo hacer lo otro; debo… debo…—;
pero, con el tiempo
y sin advertirlo
el deber se convertirá en placer.

¡¡Es que estar con el Señor siempre da gusto!!

Chane García.
@ChaneGarcia.

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Bello.

Decía Tolstoi: La verdadera felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.

Beso enorme.

:smiling_face_with_three_hearts:

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Bella reflexión en verdad. Felicidades Alex.

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