Hay días que mueren
persiguiendo tu sombra,
otros corren alocados
a tu lado, mostrando
el jadeo de tu cansancio
y otros en la deriva
se pierden muriendo
en el parpadeo
de la inexistencia.
En los años
de tu existencia
hay días dolorosos
y alegres matutinos
que retroceden en el tiempo
haciendo que escribas
un poema libre
que los recuerde
en sus días de tormenta
donde las plomizas nubes
esconden la sonrisa
de ese día que se muere.
Hay días opacos
que en su baldía existencia
no te cuentan nada
y en su ocioso tiempo
escriben una misiva
a esa muerte
que te deja vacío.
Hay días peculiares
que en sus horas
sonrisas deja
y en la solapa de su brisa
prendido lleva
el espejo del infinito
donde tu alma se refleja.
Los días son inescrutables, nunca sabemos que nos trae, como diría Eudomar Santos (un personaje en mí país) “según como vaya viniendo vamos viendo” , así son los días y así es la vida. Abrazos