Hace buen día,
el cielo se despierta,
con manto azul.
Es Navidad,
un día de regalo
muy especial.
Hoy muchos niños
se mostrarán contentos
y muy felices.
Otros, en cambio,
nos dejarán mil lágrimas
por sus caritas.
Llantos de hambre,
por faltas de cariño,
en plena infancia.
Y su inocencia
se ofrece en esa estampa
tan emotiva.
Hoy y mañana,
nos sobran las palabras
para ayudarles.
Pero, sin duda,
lo que ellos necesitan
es pan y abrazos.
Comida y ropa,
y luego nuestra ayuda
de un mundo nuevo.
Mundo de todos,
de ricos y de pobres
como en Belén.
Pero olvidamos,
la página sincera
de Navidad.
Y atrás dejamos
la fecha y este día,
hasta otro año.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/12/24