Hablar con las paredes

No me canso de hablar con las paredes
sin romper el silencio que se sepa,
si al no poder charlar con sus mercedes
el tedio se me sube hasta la chepa.

Pues seguro yo estoy que no me importa
que de favor la soledad me siga,
porque aquí quien ni pincha ya ni corta
palmará al evitarlo de fatiga.

Porque aplicarme igual me duele el cuento
como hiere seguir a la manada,
quizás porque sin mucho fundamento
siempre habrá quien me dé la bofetada.

Mas diré que en honor a la verdad
soy yo quien necesita soledad.

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