Bija que tiznó la siba,
dote del turey en el tibes,
dejaste la semilla en el bajacú
dándome apariencia y la bí.
La bibí en su mayna y el taíno del maisí,
agasajaban a camuy al borde del calichi;
cokú en areito le brindó una coa,
y en el bruno caraya se enamoró del coqui.
Danza nabori alegraba a Yaya
al son de las maracas, caracoles de juracán y tamboras de la jicotea; cuando presintió el arocoel una guasábara frente al kú.
El arijuna llegó del bagua con el jacho,
su guatú queriendo arrasar el arcabuco,
mientras el burén calentaba, los guaribos
su buyón y baira alzaban.
Conichi de la ke queriendo tomar,
encontrándose así diferentes razas,
la conquista se avecinaba,
abrieron paso al guara.
Pocos al jiba migraron,
siguiendo al guaraguao en lo alto;
este tureyguá del mayani escuchó
el rezo del matún.
Guanco guaikía caraya guaraguao
yukiyú caribana guajoti guami…
cuando la lanza se interpuso entre
el pecho y su rezo;
fue ahí la sangre que manchó la siba.
De la siba un cemí se labró,
y mi honra taína de ahí nació,
por eso llevo en mi casta el cobrizo
del símbolo que escribo.
A mí me ha encantado!! Me transportó a esa tierra, su lengua y su cultura tan maravillosa!
Felicidades y gracias por compartirlo con nosotros, compañero.
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