Tus cabellos húmedos rozaban mi pecho, tus caderas perfectamente acopladas a mi pelvis, tus tobillos sosteniendo mis indulgentes manos, tus manos incrustándose como agujas ardientes a mis hombros.
¡Gemidos en la quietud de la noche, eso éramos!
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Gracias Lucia…Feliz domingo
Muy seductores y eróticos versos pasionales!!!
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Me alegra que te haya gustado…: )
Qué bonito. Saludos cordiales.
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Gracias.
Sin mi.
Un texto cargado de erotismo.
Saludos
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