En la noche de Navidad,
cuando las luces se hayan apagado,
cuando el nuevo día esté por llegar,
y de los saludos solo queden los ecos,
saldré a buscar en lo profundo del cielo
las estrellas que refulgen con vivacidad,
convencido que son ellos y ellas, están allí,
los que me antecedieron en esta travesía,
y hoy tienen un altar en mi corazón,
o un lugar en los anaqueles de mi razón.
Ellos, que vienen a decirme con su fulgor,
que, aunque ya no pueda ver su luz
en Navidad o en cualquier otro día del año,
siempre estarán conmigo, acompañándome,
mostrando el camino, guiando mis pasos,
dando claridad a mi existencia
y trascendencia a mis horas.
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Bonito poema Carlos.
Gracias por participar.
Saludos
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Gracias estimada poeta. Participando con el espíritu de la Navidad. Saludos.
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Muchas gracias estimada poeta. Saludos.
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