Quizas, una posible respuesta: el deseo supera la necesidad de articularse en la demanda. Entonces el ser esta conforme pero el espíritu sigue en la búsqueda. Porque el deseo debe satisfacer plenamente y no articularse en solo una entidad. Y una vez concedido el deseo es irreversible y no tiene devolución.
Aplausos Andres.
Tal vez porque fue tan fugaz, porque en un parpadear ya se había perdido. Hermoso poema que hace partícipe al lector para que saque sus propias conclusiones. Encantada de leerte. Saludos cariñosos.
Muy interesante comentario Domingo! La irreversibilidad de los deseos, cómo se quedan clavados en el interior aquellos que no se cumplieron. Y el tiempo que corre. El antídoto al final es amar y vivir, lo más intensamente que se pueda!!! Gracias por la visita…
Ay la entropía y su incesante avance hacia el caos, tratar de meter el dentrífico en el tubo y retenerlo en ese estado …pero eso nos define: el constante paso… tu poema una maravilla para sentir y reflexionar, al menos que nos quede la plena conciencia de cada beso o verso.