Fuego de invierno

Segundos que duran menos
más efímeros que su predecesor
horas al borde del precipicio
qué en minutos se lanzan al vacío.

Días tan escasos como fugaces
que esconden semanas frías
meses que en un abrir y cerrar de ojos
son más de cien años de soledad.

Las distancias son las mismas
pero se sienten más largas
una frontera que parecía inexistente
se levanta cual muro para lamentar.

La memoria a veces falla y nos oculta
aquello que nuestra sonrisa no quiere olvidar
y todo parece tan difuso y en degradé
cual “fade out” al final de una canción.

Y de repente, entre tanta ausencia invernal,
aparece un sensación de otro partido
una carta marcada bajo la manga
un silencio perfecto de todos los vientos.

Se hace presente todo lo que hace bien
se baña de luz la entrada del alma
se siente un fueguito en pleno invierno
la sensación de estar vivo se hace presente.

Y esa ráfaga de buena vibra
ese deseo de luchar en la vida
esa fuerza contraria contrariada
tiene tu nombre y tiene tu piel.

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Me encantó todo tu poema, sobretodo ésta parte, es muy descriptiva de una forma muy metafórica

Muchas gracias por las apreciaciones. Saludos enormes.

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