Fósil.
Intocable.
¡Manténganse tras de los cordones!
Zapatos desatados.
Lo nacido queda allá,
fecundo mientras duró.
A pesar de alguna torta,
a pesar de algún sollozo,
del peso del adiós,
ahí quedará:
fósil.
Vendrán a cubrirlo las aguas,
las tierras que traigan las aguas,
las raíces sobre las tierras agarradas,
las hojas sueltas de los ramillos,
las aguas humedeciendo las hojas,
compactando cada capa de olvido.
Pero ahí quedará:
fósil.
Para que alguien lo descubra
ejerciendo
la arqueología de nuestras vidas
versadas,
creando su propia versión,
su propia historia
sobre lo descubierto.
Quién sabe si fue una gran historia.