Paso mis últimos años en una pagoda
No soy feliz ni infeliz tampoco
Juego al azar con el destino
Ganando yo cada jugada
¿Quien se asoma por la ventana?
Es el halcón solitario el que me acompaña
Trayendo el viento consigo entre sus alas
Burlandose de mis quimeras
En el atardecer suspiro
¿Serán aquellas estrellas lo que he perdido?
Me creía omnipotente
Pero nada permanece entre estas manos
El amor, la fortuna…
Todos se consumen en lo lejano
Vivo en el anhelo y desfallezco en la añoranza
¿Quien es el que esconde en el reflejo?
Me avergüenzan las palabras de altanería
Soy solo un alma miserable
Un millón de deseos se escapan de mi pecho
Soy un viejo cuervo desolado
Ya no quiero estar más solo…
Me despido de este vasto cielo
He vivido una larga vida de arrepentimientos…
Voy a irme para siempre en la calidez del crepúsculo
¿Acaso me extrañarán el jazmín y el franchipán?
La eterna lluvia de mayo me acompañara en mi viaje.