Final de mis textos que acerca de ti o que para ti

Es o fue una cárcel invisible, una invisible cárcel de muros con nombres de aljibe o de sal; yo sigo prisionero en tal cárcel en que los nombres que rodeándome usualmente estando en mudanza como tu nombre: es o fue un circo de palabras vacías o de inútiles palabras que siendo de rápido significado cambiante.

Creo que no te expliqué con carácter suficiente mi sentir: a mí me cansa en demasía la constante frivolidad de las caravanas de los mercados que se muestran multiplicados por las ciudades de mi pensamiento presente, y en exceso también me cansa el helado mar que pululando por las aceras de tales ciudades cuyos disfraces a razón del político totalitarismo solapado me resultan predecibles y crueles.

No obstante sí puedo decir que -en estos años en que yo viviendo en las calles mientras yo en carencia de hogar en el que usualmente resguardarme o pernoctar- invertí cientos de horas en observar las olas de tal mar para así entre otros calcular u observar los autómatas horarios de los centinelas - que como tú- y para así entre otros también calcular u observar las autómatas conductas de tales, y también puedo decir que recordando yo pasados sucesos como tal me doy cuenta de que la mayor parte del tiempo de mi vivida vida estuvo mal invertido a pesar de saber que en tal tiempo no podría haberme dedicado a lo que yo quería o a algo más provechoso a razón de las circunstancias sociales con las que vivo o con las que viví o con las que nací.

Tú no me quisiste decir tu nombre, y estuve durante varios años mortificándome en investigar acerca de ti por los rincones de mis pensamientos y por los rincones de mis emociones; yo tenía gestos así porque realmente pensaba en quererte mientras yo no conocerme o mientras tú únicamente conmigo eras la teatral actora de una obra que fue escrita en una catedral.

Al hilo de lo narrado -y a razón de contar algo más que acerca de nuestra estúpida relación- yo puedo decir que antes de haberte besado por vez primera mi intención era la de nunca besarte en la boca o la de nunca contemplarte desnuda como te contemplé, y no obstante tú sabías de mi esclavitud mientras tú colaborando con tal de forma psicopática y así una noche -en que yo leía <<un libro de Bécquer>> mientras rodeado por las cámaras de una de las celdas de la atrás mencionada cárcel- tú invadiste mi alcoba para luego tocarme varias partes de mi cuerpo o besarme en varias partes de mi cuerpo mientras yo de forma repetitiva gritaba “no” o “déjame -por favor-” o mientras yo estaba entre tú y una pared de tal celda.

De nada sirvieron mis gritos diciendo “no” o rogando compasión: los centinelas de tal cárcel están o estaban encargados de colaborar con el desarrollo del guión para el que tú actuabas de forma premeditada como la mayoría de las gentes que apareciendo a la percepción de mis sentidos, y si yo podría haberte agredido mientras sucedió aquella situación no lo hice porque como sabes las agresiones no soliendo ser parte de mi estilo vital -y entre otros también porque en tal cárcel yo habría empeorado mis vitales circunstancias si yo agredirte en tal situación-.
Terminé por ti violado en contravención a mis mentales voluntades, y los centinelas dijeron que tú y yo estábamos en amor a fin de seguir desarrollando su premeditado plan fatuo. Hoy ya me está dejando de interesar tu nombre aunque sigo triste de vivir en mi esclavitud de triste biografía, biografía en la cual está o estaba la presente historia con la otra historia que acerca de tu nombre u otras historias.

La fábrica -que trabajando “en serie” en realizar de forma constante las teatrales escenas de tal premeditado plan que espectáculo de las gentes de mi lástima que sabe que las maldades (que haciendo daños de forma innecesaria -por júbilo u otros-) no deberían quedar impunes- es o fue uno de los proyectores de los hologramas que yo percibiendo en tal cárcel. Desgraciadamente tú te regodeas o te regodeabas con tales hechos con la misma manera o con forma similar a la manera con que también te gusta o te gustaba proyectarme en ti mientras no habiendo para mí escapatoria de tal falsedad que constante a mis sentidos.

En fecha actual, “28/08/20”, yo ya estoy muy maltrecho físicamente por tal esclavitud que desde mi inacabada niñez y también yo mentalmente ya estoy muy ajado por entre otros las constantes ilegalidades que entre otras siendo impunes asesinatos o impunes violaciones -que entre otras producidas por una generación o una administración de intermitentes dosis de dolor en la víctima como haciendo conmigo que víctima de una de tales-.

En fecha actual, “28/08/20”, la escritura sigue siendo como “una salida de emergencia” que permitiéndome huir de mi sufrimiento durante algunos ratos a pesar del vacío que produciéndome publicar mis textos, y cabe decir que entre otros por decoro yo escribiendo este texto que es el final de mis textos que acerca de ti o que es el final de mis textos que para ti, y que yo ya terminando.

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Ismael López Pozo.

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