Me ha nacido este día, como siempre nacieron los otros. Sólo en la aurora, un ribete de oro, me dice, que hoy es un gran día de reyes.
Al verlo, ha saltado mi corazón de gozo y ha dispuesto un banquete.
Hoy daremos gratis a todos, muchas sonrisas y besos. No quiero que nadie esté triste. Que se les den parabienes y que les hagan cosquillas hasta que rían alegres.
Pero que quede bien claro lo digo bien alto: no es una fiesta de cuerpos, es una fiesta de seres. Por eso hoy, que nadie traiga las máscaras, no haremos teatro.
Pixabay/FreeImages