Es febrero, amor y ya no aguanto
Estos veintiocho días mal embutidos
en el invierno, son infierno para quienes
queremos ver pronto el valle engalanado,
vestido del violeta de las jacarandas
Pero en Trento se concilió que hubiera febreros
y lograron convencer de ello hasta a la Tierra
Ojalá a Trento se hubiera invitado a las flores,
quizá se hubieran creído que era de Dios
la voluntad manifiesta de que nos regalen
desde antes su perfume
Se extraña mejor en primavera