Aquí hay una respuesta sin explicación.
Bienvenida al patio de la verdad,
Donde los niños juegan a la pelota
Y a la comba,
A las canicas,
A la rayuela,
Intercambian cromos de dinosaurios,
Saltan a la comba.
Niños de todas las edades, rasgos, condiciones.
Niños que no piensan en algún día.
Niños que no piensan.
Salen todos al parque, sin excepción.
Están unidos por algo que no les hace crecer.
Niños eternos sin hora.
Niños sin ídolos ni ejemplos.
Niños sin “aspiraciones”.
Niños que no se pueden “domesticar”.
Niños sin “educación”.
Sanos.
Libres.
Hablan con el corazón.
No son rebeldes,
no son enfermos mentales, no son maduros ni inmaduros.
No tienen ideas raras.
No piensan en qué piensan los demás.
No bueno ni malo.
No piensan.
El tiempo no pasa por ellos.
Ellos pasan a través del tiempo.
No le ponen etiquetas a la vida.
Disfrutan, solo eso.
Un niño juega dentro de ti,
tú eres su parque,
aprovechálo,
nunca te cambiará por otro cromo.
Recuerda:
El patio de recreo no es nada sin el niño.
Sal.