Respiro soles que imagino
y nubes donde duermo,
la lluvia es mi cascada oculta
frente a una cueva refugio
que nació conmigo;
y llegan ecos leyendo,
rayos y truenos de artificio
iluminan el cielo
cuando el día oscurece
y abren la noche en un baile;
el bosque se mueve
en su tranquilidad desconocida
y libre,
contagiando una sonrisa
que permanece;
así sucedo cuando tú no estás,
y no es un cuento.
Jjj que existencia más mágica y sublime cubierta de alegría y ensoñación, poeta!!!
Un mundo que imaginas y que compone tanta tranquilidad.
Un saludo, Tali.
Vas encontrando el equilibrio, buscando lentamente. El poema es excelente, como siempre,
Maravilloso Tali. Preciosas imágenes para atestiguar tu existencia!!! 
La existencia sería el hecho, lo real, el estado de cosas sería lo posible, de modo que si sucedes, estas propiciando el hecho (aunque él no esté), pero con una variante en la realidad y por ende, en el estado de las cosas.
—Aplaudo.
y llegan ecos leyendo,
rayos y truenos de artificio
iluminan el cielo
cuando el día oscurece
y abren la noche en un baile;
.
el bosque se mueve
en su tranquilidad desconocida
y libre,
contagiando una sonrisa
que permanece;
!! hermoso !!
Menos mal que es verdad!!! existes… y hay que celebrarlo
Muy buen poema, sincero, agradable y mágico.
Verdad? las palabras vinieron solas ese día, Minada bonita… Gracias! 
Hay momentos así, Pedro… y sí, son tranquilos como la imaginación… gracias!!
Tú más! Gracias, Alejandro, muchas!
Celebremos que existimos los dos, compañero!! Gracias por estar aquí siempre 
Muchas gracias, Xavier
Ese equilibrio… tan difícil para mí!! Gracias, Pedro
Gracias, preciosa mía!!
Porque existimos, aunque a veces no lo parezca… ji. Gracias, Andrés!
Domingo, esto me lo quedo para darle vueltas todo el día… me encantan tus comentarios! Gracias!
El martes me tomé la tarde porque andaba resfriado y aproveché para releer «el tractatus …» de Wittgenstein; de allí saqué esa idea.
Es de ensueño tu melancolia contagiosa.
Gracias por ser tan expresiva y franca.
