Miro la luna llena
hipnotizada, yerta,
con dolor en mi pecho, «donde el tiempo se ha roto» sin remedio
quedan restos de un corazón deshecho;
la gota de esperanza
que soñaba despierta
es tinta sangre helada
que mana de la herida
dejada por tu lanza.
Nunca supe si fue cansancio o tedio,
o quizás desamor o quizás pena,
–relación dividida–
surgió el impulso, como de la nada,
dejándome en la puerta
confundida, impactada,
recogiendo pedazos de memoria
que el tiempo roto se llevó en la gloria.
Vacío tiempo y lecho,
ojos que ya no lloran añoranza,
clavada la estocada,
existo sin vivir, sin ti estoy muerta.
Los poemas al amor suelen ser hermosos , más aún cuando habla de amores perdidos o de desamor, pues ahí surge el sentimiento del dolor y a partir de entonces todo se hace grande. Gran poema. Un saludo.
Existir sin vivir
Esa espina que nos atraviesa
sienes y pálpitos y nos anula el sentir…
Ese episodio gris donde pareciera
que el milagro no podrá alcanzarnos.
Me ha encantado tu poema, querida Alda. lo has hecho con tanto sentimiento, melancolía y tristeza, que el Madrigal te ha quedado perfecto.
Sus versos pudieran catalogarse como un Lagrimal, en el mejor de los sentidos.
Fuerte abrazo