Tengo un corazón que duerme sus espigas
sin desnudar su pecho, y el silencio me es un tambor.
Llevo en los armisticios de mis azores un dolor,
una aceituna, un presentimiento que se arrima a mis confesiones.
Quizá, si me inclino sin miedo al hematoma de mis pecados,
tenga sangre para sonrojar el pudor de mis meditaciones.
Soy amo de mis alas, mas soy siervo del viento…
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Robert y Shana ParkeHarrison
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Es una hermosura, me fascinan esas metáforas. Un abrazo.
Muy amable, querida poetisa! 
¡Profundo!!!
Ese final es una pista de aterrizaje para tomar vuelo! En fin… alas y viento; nuestro Alfa y Omega! Saludos aéreos, Héctor!!
Fantástica tu sentencia.
Saludos cordiales.
Magnífico y maravilloso este final!
Hermosa confesión íntima hecha versos…
Abrazos fuertes, amigo!
Muy amable. Mis saludos cordiales!
Asi es mi querida poetisa, el reposo ( Meditación ) y una resolución ( Despegue ). El yo, y mi relación con el Gran Yo Soy. Gracias por la clarividencia de tu comentario. Un abrazo grande 
Precioso amigo, con tu lirismo inconfundible, el cierre fantástico, creo que has definido en ese verso la existencia humana, magnífico poeta!!! Abrazos cordiales!!!
Muchas gracias por su tiempo para leerme y comentar. Mis saludos afectuosos!
Muchas gracias, mi querida poetisa. Siempre es un lujo tenerte en los comentarios. Un abrazo grande!
Que honor tan grande saber que me lees y me comentas, mi querida Minada. Un abrazo muy afectuoso!
Muy profundo y el final de ataque. Abrazos cariñosos.