¿Acaso yo allí, ya no estaba
sentado en el bus como si nada?
Ah, que mentira más clara.
Porque me fui a volar sin alas
con la energía de una lágrima
bien escondido entre las nadas.
Solo para espiarte con mis ganas
y soplarte aire frío por la espalda
con cualquier excusa que me valga.
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