Siento cierta alarma
en un lazo desconocido
y tan bello a la vez
que aparece sin saberse
cercando la fantasía,
casi en delirio;
un momento hoy
y un pasado en paralelo,
clama a un mundo
dentro y acompañado
sin más palabras
que el sentir de una sonrisa a solas;
y en este volver de nuevo
donde nunca nada se sostuvo,
las mismas ganas despiertan
en mí y en esa otra yo
sin olvidar el amor a todo
y a cada persona a mi lado;
en las grietas del corazón
se ha colado otra alegría extraña y muy cercana.
A veces la euforia nos atrapa, aun siendo conscientes, de que lo hace de manera inconsciente. Es un agravio para la razón, pero los razonamientos son superfluos, cuando la alegría nos alcanza de manera inevitable.
Ains, muchas gracias, Pedro… Créeme que una sabe de euforias inconscientes… y siempre son agravios al estado de ánimo, pero hay momentos que aún sabiéndolo, se disfrutan conscientemente… lo que venga luego ya lo conozco, al fin de cuentas una ya tiene una edad y viene con el rifle cargadito siempre en casa… ji. Gracias! Me encanta verte!