Estribillo de una canción que no existe

La fuerza que un día dios me dió.
Ya se extinguió…ya se perdió.
Hoy solo me queda esta poesía
Y la Soledad que merecía…
que merecía.
Solo le pido a dios que salve los recuerdos.
Que hoy se desvanecen, sin tu compañía.
Sin remedio…sin remedio…
sin remedio, no hay nada más que decir.
De nuevo le pido a dios se apiade de mí cuerpo.
Que aún tiene ganas, de verte regresar.
De verte llegar, disuelta en nubes de palma.
ay del alma…ay del alma.
Del alma; no hay nada más que decir.
Me quedó la soledad desde el día en que te fuiste
Repitiendo el estribillo de una canción que no existe.

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Qué lindo !!! Precioso). Me ha gustado mucho !!

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Tus ruegos al cielo fueron escuchados, me fui pero aquí estoy, lamento el drama jeje, pero hay que cantar con estribillo o sin el, para que la vida fluya y no quedarse anclado en el pasado. Tqm

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Varimar y Ludico , ustedes iluminan este sitio de poesía , son ustedes poesía en la poesía !!!

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Mí amigo Maw que generoso eres con tu comentario. En ocasiones hay que tomar decisiones para ayudar al otro a tomar decisiones. Y más si esas decisiones traerán paz y seguridad. En los países caoticos más allá de las posesiones no hay nada. Hay que tomar decisiones drásticas así en el momento no se entienda.
Eres muy gentil y siempre haces una lectura apropiada y un gran comentario. Abrazos con mí agradecimiento

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Muchas gracias Amigo,me contenta saber que le haya un gustado. Saludos.

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Me estoy convirtiendo… todavía no estoy convertido del todo, pero estoy en proceso de conversión.

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Quizás un tanto desafinada, pero quizás con un oído agudo, pudiera ser canción. Gracias Walla…por tu generosidad.

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Maravilloso hermano
Gran texto

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Gracias Miguel, siempre es un lujo contar con tu atención. Saludos

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Susto, me hiciste recordar a un buen amigo que se convirtió y lo dejó la mujer , triste pero cierto.

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!Que sol
sortario tu amigo¡

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Jajaja yo creo que la sortaria fue la amiga, que decidió antes de que él se convirtiera en cura.

Precioso estribillo… al leerlo se siente un eco de soledad… Un abrazo!

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Gracias Magdalena por tan bonita impresión, saludos.

Puede que no exista la canción, Carmen, pero se escucha el eco del tambor que la acompaña, gracias por tu lectura.

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