Excelente, María. De eso estamos hechos,de teselas, de piezas de un mosaico que el destino montó. Y cada una de ellas, guarda el preciado tesoro del momento vivido.
Es un poema enorme en fondo y forma, de esos que hay que leer de vez en cuando para recordar lo que en realidad somos: piezas integrantes de un mosaico mágico, de un Universo común que nos mantiene vivos.
Siempre es un placer leerte.
Abrazote y buen domingo.