Estás cansado

Estás cansado
de andar por los caminos
de sol a sol.

Buscas caricias,
abrazos invisibles
que nunca encuentras.

Hasta tus ojos
destilan unas lágrimas,
sin darte cuenta.

Quiero ayudarte,
poeta, sin destino,
y ser tu guía.

Dame tu mano,
no temas al futuro,
cierra los ojos.

Siente la vida
y todos los latidos
de las personas.

Descansaremos,
mirando las estrellas,
en plena noche.

Y soñaremos
con ir a otros lugares
insospechados.

Quizás, entonces,
veamos lo que ocultan
los corazones.

Rafael Sánchez Ortega ©
19/02/21

Se trata del cansancio del alma y de ese ofrecimiento que, alguna vez, hemos pensado y soñado entregar a la persona amada para aliviar su caminar.

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