Estar en zazen (meditación)

El que practica “Zazen” es como una gran montaña… es una montaña plantada en la inmovilidad de la pose del cruzado loto, allí, álbido y sereno.

Eventualmente la montaña tendrá nubes y tormentas así como granizos y rayos; pero… la montaña es netamente inmutable: No pondrás la mente en blanco; ni tampoco querrás atrapar las nubes, ni quedar obsesionado con la gaseosidad del pensamiento y todo ese ruido mental; pero tampoco hay que tratar de huir.

Sólo hay que hacer nada… Sólo hay que volver al ser de la montaña… y como ella está plantada sólo en lo de su respiración, centrada en la inmovilidad del loto —incomodífero— así los pensamientos, como nubes tormentosas, pasan…

Esta es la esencia de la meditación: Sentir plenamente sin juzgar nada, sentir sin aferrarse a nada, sin rehuir al pasar rasgúñico que como el filo de un arado nos surca, el apersonado momento instántico.-

Chane García.
@ChaneGarcia

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