Estabas sola

Estabas sola
en un acantilado
sobre la costa.

Te vi y dudé,
¿qué hacías, margarita,
mirando al mar?

Fui a tu lado
llenando mis pupilas
con tu figura.

Cerré los ojos
para forjar un sueño,
y verte en él.

Pero la gracia,
la esencia de tu embrujo,
me fascinó.

Dejé mis sueños
perdidos en la nada
y fui a los tuyos.

¡Qué maravilla
mezclarme con tu mundo
de fantasía!

El mar, las algas,
los barcos navegando
con devoción.

Hubo un suspiro
y un beso de mis labios
para tus pétalos.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/20

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Muy bonito.
Un abrazo.

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Gracias Marttucca.
Saludos.

Gracias Noracris.
Un abrazo.