Esta tarde vi llover,
cerré fuerte los ojos
y recordé…
Las sillas y la mesa de la terraza,
absorbiendo la lluvia,
empapadas de agua y nostalgia.
Las plantas, tan verdes,
tan solas en la distancia.
Ya no las cuido.
Se ahogan en mares de desesperanza.
Ganas de llorar
ríos de soledad y añoranzas.
Nadie pisa la madera del suelo.
Huérfana de tus pasos
me grita que ya no te tengo.
Pies descalzos, lejanos recuerdos
de noches de vino y de rosas,
cuando tú eras mío y yo tuya,
cuando todo, sillas, mesa,
plantas y suelo,
eran nuestro paraíso,
el universo entero.
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El atardecer lluvioso que recuerda el encuentro amoroso de las almas enamoradas.
¡Lindo poema! Bello tributo al Maestro Manzanero.
Abrazos cariñosos, Mrs. Wallace
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Muy agradecida por tu comentario, Mucio. Y encantada de volver a saludarte. Un abrazo.
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Bellos y nostálgicos versos, agasajan a Manzanero!
Esas pequeñas cosas que unen y luego, el tiempo y la distancia, nos despojan!
Saludos afectuosos, @wallacegere!!
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Muchas gracias por tu comentario, Silvia.
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¡Muy hermoso!
Me sentí muy idenficada. Las tardes de lluvia me hacen evocar muchas cosas, cosas que fueron, que ya pasaron, y otras que nunca llegaron a ser.
¡Precioso poema!
¡Excelente tributo!
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Muchas gracias, Alda. Es el efecto de la lluvia, que nos empapa de recuerdos…
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Muy bello compañera.
Besines
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La cotidianidad puesta en escena
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Muy hermosa tu inspiración poética!!!
Preciosos y sentidos versos empapados de nostalgia…
Precioso poema
Este trocito es un poema ya él solo.
Un abrazo
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Gracias, compañera. Me alegra mucho que te haya gustado.
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