Esta noche
creo que me ahogo.
En todas las mediashoras
invento la forma
de volverme plástica
y dejar que se escurran
los pétalos pálidos
de la flor que perdió
contra el notequiero,
de hacerme baldosa
y guardiana de la historia
de la mujer agujero,
del verbo silenciar
y hacerme fingidora
y fingir ser cuidadora
de un dolor al menos
soportable.
Esta noche
al menos
no me muero
del verbo morir,
aunque sí me muero
de los días eternos
y gemelos.